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34    Los ecos de las violencias silenciadas/Magaña, Santana & Marín/27-37






                defiendes mucho a las mujeres; ahí está mi hijo para   diversos espacios y momentos, y aquí reflexionadas
                que te haga un hijo”; “cuando me saltaba la autoridad,   como formas de colonialidad del género (colonialidad
                como coordinadora me preguntaban: ¿usted es parte   del saber-ser) naturalizadas en la vida cotidiana de
                del equipo o no? Estas son algunas frases “aisladas”   algunas profesoras (Lugones, 2008). En espacios
                que hemos escuchado entre mujeres colegas y que en   que no son el aula o las oficinas, entre pasillos, en el
                ese  momento  no  cuestionamos  porque  se  emitieron   camino al centro laboral, en un mensaje de texto, en un
                dentro de relaciones en el ámbito de la universidad.   intercambio de libros, en el desarrollo de un artículo,
                Frases y expresiones que con el tiempo y algunas   estas frases adquieren resonancia, se sintieron y
                lecturas toman otro sentido y nos advierten de ese   vibraron en el cuerpo, en el corazón y en el intelecto.
                silenciamiento e invisibilización de la violencia que   En estos intersticios físicos –pasillos, caminata,
                se ejerce cotidianamente entre pares, sobre todo de   mensaje  de  texto,  en  un  intercambio,  en  el  desarrollo
                hombres a mujeres, es decir, misoginia en toda la   de un artículo– es donde la solidaridad, la resistencia
                extensión de la palabra.                       y la  resiliencia empiezan a  delinearse como  acciones
                   Si hacemos un ejercicio de escucha detenido   contrahegemónicas y de cuestionamiento de estas
                en  clave  de género, podemos reconocer  que la   expresiones de dominación del orden colonial de género.
                primera frase alude a un control sobre el cuerpo y los   Es en estos espacios, físicos y temporales, en los que las
                estereotipos o imaginarios acerca de las formas de   experiencias  que se  afrontan en  lo individual  pueden
                vestir en el contexto. Es decir, usar una falda larga   trascender  como ondas  sonoras que, en  su conjunto,
                o un huipil que no deja ver las curvas transgrede el   forman voces que empiezan a cuestionarse sobre
                orden establecido de llevar falda corta o pantalones   ese orden naturalizado, jerarquizante, excluyente y
                entallados para marcar el cuerpo y el sexo biológico.   deslegitimador de la vivencia subjetiva. Las académicas
                La segunda refiere a una visión moralizante sobre   también hemos vivido y experimentado la violencia,
                las  preferencias sexuales  que, en el  “discurso  moral   pero por el hecho de formar parte y compartir la idea
                oculto” de la universidad, a una mujer que reivindica   hegemónica sobre la universidad, en tanto institución con
                una serie de derechos y señala las relaciones de poder   un orden establecido moderno y valorada como el entorno
                entre géneros se le cuestiona su “heterosexualidad” e   por excelencia que da cabida al pensamiento social y
                inmediatamente se le confiere a la “homosexualidad”.   profesionalización  de  las  actividades,  no  se  cuestiona.
                La tercera frase tiene que ver con una forma de control   No obstante, frente a estas situaciones se abren las
                sobre las decisiones de la reproducción, del cuerpo y   posibilidades de ir tejiendo en estas resignificaciones de
                quién “debería de tomarlas” en un deseo profundo de   las vivencias cotidianas, expresadas en frases aisladas,
                querer hacerlo, pero saber que no debe y, por tanto,   formas de hermandad como una nueva práctica y una
                delega su  poder  al “primogénito”;  la extensión del   política de sororidad (Lagarde, 2009; Pérez, 2004); pues
                poder  patriarcal  en  su máximo esplendor. La cuarta   dentro de las universidades prevalece y se actúa en los
                frase  es  sumamente  sugerente,  pues  nos  muestra   márgenes de ese sistema de género colonial/moderno
                cómo en el marco de una relación laboral el “usted”   que no permite ver la imposición colonial que impera y
                desgeneriza a la coordinadora y la coloca en el “equipo”,   que obstaculiza o disuelve los vínculos de solidaridad
                pero que al haber transgredido la norma se cuestiona   práctica entre quienes padecen violencia y dominación
                su pertenencia y lealtad dentro de ese “equipo”.   (Lugones, 2008).
                   Si bien pueden ser consideradas por el/la lector/a   Es precisamente aquí en donde debemos poner el
                como frases aisladas, lo cierto es que tuvieron la   énfasis de nuestra reflexión y acción: en la vida diaria,
                posibilidad de ser escuchadas, recuperadas, en   en lo que nos sucede y en la manera en que establecemos




                                              Tequio, septiembre-diciembre 2019, vol. 3, no. 7
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