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30 Los ecos de las violencias silenciadas/Magaña, Santana & Marín/27-37
éstas en otros momentos se resignifican a manera de El género no solamente apela a las relaciones y
espacios de reflexión para cuestionar dicho sistema de estructuras, es ver cómo a través de estos cruces y
dominación y ejercicio de violencias (Lugones, 2008; construcciones coloniales y jerarquizantes se recurre
Segato, 2011). a las “neutralidades” que producen un borramiento
Por ello, enmarcado en una perspectiva de de las desigualdades, que legitima la dominación
género decolonial, a partir de dos experiencias este y explotación, al mismo tiempo que produce un
artículo busca visibilizar las violencias que se viven binarismo acerca de los géneros equiparados al sexo
en contextos académicos y universitarios, para biológico, que niega la posibilidad de otras formas
reflexionar, primero, sobre el papel de las universidades de vivir y comprender el género, que atraviesan la
como productoras y reproductoras del ejercicio del experiencia y vivencia de hombres y mujeres. En este
poder en las relaciones de género marcadas por el caso, estas claves de lectura y vocabulario estratégico
sistema de género dominante (Lamas, 2013; Lugones, deben pasar por un procedimiento de escucha distinto
2008; Segato, 2011); y segundo, como un espacio en (y aquí agregamos el de la escritura), lo que se
el que empiezan a emerger cuestionamientos sobre denomina como “escucha etnográfica” para acercarnos
las violencias dentro de las universidades y a tejer a una antropología por demanda
relaciones basadas en la sororidad y la solidaridad
para la resistencia y resiliencia de mujeres en el que produce conocimiento y reflexión como
día a día (Bidaseca, 2017; Lugones, 2008; Segato, respuesta a las preguntas que le son colocadas por
2011). Es decir, un espacio de contrarresistencia, quienes de otra forma serían, en una perspectiva
contrahegemonía y de inflexión decolonial sobre lo clásica, sus “objetos” de observación y estudio,
naturalizado y asumido, en este caso las violencias de primero de una forma inadvertida, y después
género, en estos entornos institucionalizados en los teorizada (Segato, 2011, p. 12).
que predomina el colonialismo, el heteropatriarcado
y el capitalismo del saber-ser (Santos, 2011; Quijano, En este sentido, a las que aquí escribimos nos interesa
2000 y 2014). ensayar la posibilidad de situarnos y posicionarnos
como sujetos investidos en la construcción de una
reflexión decolonial a partir de una lectura-escritura
Los ecos de las violencias de género en voz alta, de lo que ha sido silenciado y borrado
silenciadas en clave decolonial por los lentes de la colonialidad del saber-ser y
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Rita Segato, en su texto “Género y colonialidad: colonialidad del género dentro de las universidades:
en busca de claves de lectura y de un vocabulario las violencias de género que se ejercen y asumen
estratégico descolonial”, nos invita a reflexionar sobre en esa lealtad al sistema género (Quijano, 2000 y
el estatus teórico del género y no sólo como eje de 2014; Lugones, 2008). Es decir, recuperar nuestra
estudio que debe ser considerado en una investigación. subjetividad a través de posicionar nuestra voz y
6 Cuando hablamos de “colonialidad” no nos referimos al sentido estricto del tiempo historiográfico, es decir, una etapa histórica dentro del desarrollo
de la humanidad que concluyó con las independencias latinoamericanas. Esta mirada temporalizante y fragmentaria de la historia ha conducido a una
discusión limitada a ciertos círculos, pero que cada vez adquiere vigencia en los debates en el Sur y su giro decolonial (Mignolo, 2007). “Colonialidad”
es una noción que hace referencia a esas formas de dominación, de poder estructural que se implementaron en el proceso de colonización histórica y
establecieron reglas sobre el orden social (sistema jurídico, político y administrativo); en paralelo, este orden dominante reorganizó relaciones sociales
y simbólicas sobre identidades, experiencias del mundo, formas de enunciar y de simbolizar en imaginarios que marca o insubordina a las visiones
diferentes en el contexto de la condición colonial (Quijano, 2000). Las dimensiones que atraviesan la noción de colonialidad son: proceso histórico
de conquista y colonización política y territorialmente situada con la llegada de Cortés; la dimensión simbólica de imaginarios que insubordina a las
visiones disímiles; dimensión del “decir” o “de la enunciación” (locus); y la dimensión del sujeto, subjetividad e identidad.
Tequio, septiembre-diciembre 2019, vol. 3, no. 7