Page 9 - Tequio 7
P. 9
Discriminación hacia las mujeres/Curiel,Worthen & Hernández/3-12 7
manos de las mujeres, así como su acceso al las que Echeverría Echeverría et al. (2017) registraron
8
disfrute de políticas públicas destinadas a preve- recientemente en el ámbito universitario de Yucatán:
nir, atender, investigar, sancionar y erradicar los
diferentes tipos de violencia según se establece • Exposición a carteles, calendarios o pantallas
en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una de computadora o de teléfono celular con imá-
Vida Libre de Violencia (Evangelista, Tinoco & Tu- genes de naturaleza sexual que incomodan.
ñón, 2016, p. 59). • Presión para aceptar invitaciones a encuen-
tros o citas no deseados dentro o fuera de la
En las universidades, la convivencia está traspasada escuela.
por la violencia institucional en virtud del tratamien- • Miedo de ser atacada(o) o abusada(o) sexual-
to discriminatorio (nos referimos al acoso, el hostiga- mente.
miento, el chantaje, la agresión sexual, el trato dife- • Intento de violación.
renciado) que reciben las estudiantes, trabajadoras • Verse obligado(a) o forzado(a) a tener relacio-
administrativas, docentes y académicas. nes sexuales.
La violencia contra las mujeres no es entonces un • Cartas, llamadas telefónicas, correos elec-
problema social del ámbito doméstico, de contextos trónicos o mensajes en redes sociales y te-
de guerra o producto de las relaciones impersonales léfonos celulares de naturaleza sexual no
que se establecen en la calle o el transporte público, deseadas.
sino que es vivida de manera cotidiana en institucio- • Castigos, maltratos, aislamiento, asignación
nes educativas que suponen estar formando y profe- de actividades que no competen a deberes
sionalizando a las generaciones del futuro. Como bien escolares u otras medidas disciplinarias al re-
señala Aquino (2017), diversas investigaciones nos chazar proposiciones sexuales.
han demostrado que las universidades son “espacios • Contacto físico, toqueteo o manoseo sin
predispuestos para la violencia contra las mujeres”, consentimiento.
porque ahí se han normalizado las relaciones y abuso • Miradas morbosas o gestos sugestivos que
de poder por parte de los varones, el acoso y violencia incomodan.
sexuales e incluso “la cultura de la violación” (Santa • Piropos, comentarios o frases de carácter se-
Cruz, Schrjin, Vasallo & Llurba, 2017). Así, la emergen- xual que molesten a quien los recibe.
cia nacional de violencia que padecen las mujeres en • Insinuaciones o propuestas para tener rela-
México se traslada a los entornos universitarios, en ciones sexuales a cambio de algo (dinero, cali-
donde están constantemente expuestas a prácticas y ficaciones, cosas, objetos tecnológicos, ropa).
comportamientos que emanan de una visión del mun-
do androcéntrica y misógina. Asimismo, lo que sucede en las redes sociales y el es-
Esta insostenible realidad se traduce en una ur- pacio virtual debe ser considerado, ya que la revolu-
gencia por explicar el fenómeno. Existe ya una im- ción digital está innovando las formas de establecer
portante cantidad de estudios –por ejemplo– de corte contacto sobre todo con las estudiantes, con el fin de
cuantitativo-descriptivo que se ha propuesto conocer enviar mensajes que van de insinuaciones a explícitos
la dimensión del problema, indagando en la incidencia, contenidos de carácter sexual (Hernández et al., 2015;
percepción, situaciones y consecuencias que tienen Echeverría Echeverría et al., 2017).
estas formas de agresión en el estudiantado (Echeve- También se ha demostrado que la construcción
rría Echeverría et al., 2017; Ramírez & Barajas, 2017; sociocultural de género tiene un efecto importante
Hernández, Jiménez & Guadarrama, 2015; Salinas & en las maneras de identificar el acoso u hostigamien-
Espinosa, 2013; Vélez, 2013). La mayoría de estos es- to. Al registrar las percepciones entre las estudiantes
tudios identifica y señala que en las IES se conjuntan participantes en los estudios, destacan las ideas y opi-
las violencias institucionales, docente, laboral, psico- niones de quienes creen que la violencia sexual es su
lógica y sexual, y detecta prácticas reiteradas como responsabilidad o incluso su culpa (Hernández et al.,
8 “…la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en cuyo artículo 10 se establece que la violencia laboral y docente se ejerce
por las personas que tienen un vínculo laboral, docente o análogo con la víctima, independientemente de la relación jerárquica, consistente en un acto
o una omisión en abuso de poder que daña la autoestima, salud, integridad, libertad y seguridad de la víctima, e impide su desarrollo y atenta contra
la igualdad, aclarándose que puede consistir en un solo evento dañino o en una serie de eventos cuya suma produce el daño, y que también incluye el
acoso o el hostigamiento sexual” (Ramírez & Barajas, 2017, p. 6).
Tequio, septiembre-diciembre 2019, vol. 3, no. 7