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Discriminación hacia las mujeres/Curiel,Worthen & Hernández/3-12 5
Buquet, Cooper, Mingo & Moreno señalan que, no e incluso llega a 3.8 en violencia de género, en igual-
obstante, en México la Ley para prevenir y eliminar la dad de oportunidades alcanza 2.4 y en la existencia
discriminación define en su artículo cuarto la conducta de estadísticas y diagnósticos con enfoque de género
discriminatoria, en la fracción cuarta del artículo 5 se apenas registró 1.4.
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refiere que los requisitos académicos, pedagógicos y Nos parece importante el ejemplo de la UNAM por
de evaluación en el ámbito educativo no se consideran ser la primera IES que contó con un Programa Univer-
“conductas discriminatorias” (Buquet et al., 2013, p. 22). sitario en Estudios de Género (PUEG, ahora Centro
La pregunta que estas autoras se plantean es de Interdisciplinario de Estudios de Género-CIEG), por la
especial relevancia: “¿cómo establecer con claridad el cantidad y calidad de la investigación que se lleva a
límite entre un requisito académico y una práctica que cabo desde el enfoque feminista y de género y la nu-
anula o menoscaba la igualdad real de oportunidades trida organización estudiantil. Esto en parte se expli-
de las personas?” (Buquet et al., 2013, p. 22). Los re- ca porque en las IES la desigualdad continúa siendo
sultados de distintos estudios elaborados para conocer un ordenador de las relaciones, prácticas y formas de
la situación de las docentes, académicas y administra- organización que se expresa en la brecha salarial, la
tivas en el sector universitario mexicano coinciden en sobrecarga de trabajo administrativo invisibilizado y
señalar que también en las IES se mantiene la división realizado por mujeres, la doble jornada de profeso-
sexual del trabajo al segregar a las mujeres a espacios ras, académicas y personal administrativo femenino
con menos prestigio y poder, concentrarlas en las ac- y hasta la triple tarea de mujeres que trabajan, se
tividades de coordinación, administración y logística, hacen cargo de labores domésticas y además estu-
mientras que los varones ocupan los espacios de toma dian. Pero también, “se concreta en la exclusión de
de decisiones y se preocupan y ocupan por acrecentar las mujeres de ciertos puestos y su concentración en
sus capitales de todo tipo. Así, las IES se develan como otros, la falta de transparencia en la contratación y
un medio de encuentro y socialización con el techo de ascensos, el manejo del Programa de Estímulos por
cristal “muy grueso” y con poca disponibilidad para ge- Calidad y Eficiencia, así como en el hostigamiento
nerar condiciones de equidad. sexual” (Buquet et al., 2013, p. 14). Aunado a lo an-
El recientemente fundado Observatorio Nacional terior, se encuentra el desprecio y falta de respeto
para la Igualdad de Género en las Instituciones de Edu- a sus aportes, a la persistencia del machismo y, por
cación Superior (ONIGIES) dio a conocer en su portal de ende, de las condiciones que hacen más difícil para
internet una herramienta diseñada para medir proce- las mujeres que para los varones acceder y profesio-
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sos y marcos normativos con la finalidad de lograr la nalizarse en estos espacios. Esta desigualdad se re-
igualdad de género en el entorno administrativo y es- produce incluso en los mecanismos más prestigiosos
tudiantil en 40 universidades mexicanas. Este índice de reconocimiento académico. Por ejemplo, un docu-
general se construyó a partir de ocho ejes: legislación mento publicado por el INEGI consigna que:
con perspectiva de género; corresponsabilidad fami-
liar; estadísticas con perspectiva de género; lenguaje La comunidad que integra el Sistema Nacional
incluyente y no sexista; sensibilización; investigacio- de Investigadores (SNI) se encuentra formada
nes de género; violencia de género e igualdad de opor- principalmente por varones. En los años 2009 y
tunidades. Se estableció una medición de cero (nulo) a 2012 por cada investigadora del SNI hay dos in-
cinco (consolidado) para cada uno de los rubros. Como vestigadores de sexo masculino. La distribución
el mismo portal de internet señala, “los resultados no de los miembros del Sistema Nacional de Inves-
fueron nada alentadores”, pues a pesar de que, por tigadores (SNI) muestra que en los niveles más
ejemplo, la UNAM llega al 3 en sensibilización de géne- altos (II y III) existe una prevalencia de hombres…
ro, lo sobrepasa en el uso de lenguaje incluyente (3.3) (INEGI, 2013, p. 54).
3 El antecedente de este observatorio es la Red Nacional de Instituciones de Educación Superior-Caminos para la Igualdad (RENIES-Igualdad) formada en
2012, en la que coinciden 50 universidades. El ONIGIES es una iniciativa del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM (CIEG-UNAM),
que cuenta con el apoyo en su coordinación del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH),
la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia
contra las Mujeres. En su portal se encuentra consignada la información que citamos: http://observatorio.cieg.unam.mx
4 En dicho informe, de cinco puntos la UABJO registra 1 en el índice de igualdad de género y en investigaciones con perspectiva de género; 1.3 en
legislación con perspectiva de género; 1.7 en el uso de lenguaje incluyente y no sexista; 2.8 en sensibilización con perspectiva de género y cero en
corresponsabilidad, estadísticas y no violencia.
Tequio, septiembre-diciembre 2019, vol. 3, no. 7