Page 11 - Tequio 7
P. 11

Discriminación hacia las mujeres/Curiel,Worthen & Hernández/3-12  9





                nación, sino que no en todos los casos las víctimas   do de una forma un poco más acelerada y también
                o sobrevivientes están dispuestas a hablar, a organi-  novedosa, que ha provocado la formación de organi-
                zarse y a denunciar. El miedo a hacerlo y el silencio   zaciones y colectivos cuyas prácticas y discursos se
                son prácticas que permiten la reproducción impune   formulan como problemas de investigación para la
                del fenómeno.                                  teoría feminista y los estudios de género (Barreto &
                    En la identificación y revisión de los casos repor-  Flores Garrido, 2016; Barreto, 2017).
                tados en prensa y en plataformas de colectivos fe-  En años recientes, las estudiantes han manifesta-
                ministas el modus operandi de la violencia contra las   do su repudio a lo que ya reconocen como acoso sexual.
                mujeres sigue un patrón más o menos homogéneo: el   Denuncian la injusticia detrás de que algunos varones
                varón acosa u hostiga; la(s) estudiante(s), profesora(s)   hagan uso de sus privilegios para dañarlas y agredirlas.
                o trabajadora(s) identifica la agresión, la nombra, re-  Ese “continuum de violencia” que padece la población
                conoce y señala ante las autoridades (coordinaciones   femenina en este país permite conocer y nombrar las
                de docencia o posgrado, direcciones de facultades,   expresiones machistas que ponen en riesgo la integri-
                escuelas e institutos, consejos académicos, directiva   dad de las mujeres en las universidades. Observamos la
                sindical o incluso hasta el departamento jurídico). Mu-  visibilidad de un movimiento feminista estudiantil que
                chas veces la respuesta institucional es una estrategia   ya no tiene miedo de señalar a los agresores sexuales y
                que minimiza el señalamiento, revictimiza a quien de-  que está “desnormalizando” la relación de poder patriar-
                nuncia e intenta desechar o deslegitimar la situación   cal que caracteriza las interacciones en el ámbito uni-
                encubriendo al agresor y en ocasiones incluso defen-  versitario, subrayando lo incoherente y contradictorio
                diéndolo abiertamente.                         que es formarse como profesionista en la desigualdad,
                   Todas las mujeres que se han atrevido a hacer pú-  la discriminación y la violencia.
                blicas sus denuncias afirman haber sido asediadas, in-  Recientemente, en diferentes IES las maneras de ex-
                timidadas o chantajeadas tanto por el agresor, como   presar este repudio han sido mediante la denuncia pú-
                por quienes se alían para defenderlo en nombre del   blica como un llamado para buscar reconocimiento de la
                prestigio de la institución.  El problema se agrava   situación que se vive, crear empatía entre mujeres, exigir
                                       16
                cuando ni siquiera esto sucede, cuando las mujeres no   una toma de posición contra los agresores, y en poner
                logran reconocer en la “variante performativa de la es-  la atención sobre ellos y no sobre la(s) sobreviviente(s).
                cala del sexismo”, actitudes más imperceptibles –“por   Gracias a las redes sociales y los medios de comunicación
                ejemplo,  las  miradas,  las  insinuaciones,  los  roces”–   digitales, los casos de violencia hacia las mujeres en IES
                cuya reiteración cotidiana en las IES las califican como   de México han tenido eco. Un día sí y otro también surgen
                “normales” o “naturales”, es decir, “como las reglas del   plataformas de colectivos de estudiantes universitarias
                juego que rigen las interacciones sociales” (Mingo &   que socializan y comparten casos para visibilizar y ubicar
                Moreno, 2015, pp. 141-142).                    en el debate público esta penosa realidad.
                                                                  En una búsqueda hemerográfica y en redes so-
                                                               ciales hallamos que de entre las prácticas recientes
                Nuevas formas de organización de las  resaltan “el escrache”, la puesta de tendederos de
                universitarias frente a la discriminación      donde  se cuelgan  carteles con  denuncias a  profe-
                Si bien algunos de los estudios citados indican que   sores, compañeros de clase o directivos, la difusión
                una de las dificultades para acabar con las violencias   del tipo de agresión y de la identidad del agresor en
                hacia las mujeres en las IES es su no identificación   afiches impresos y colocados en las instalaciones de
                como expresión de discriminación, también atesti-  las universidades, batucadas que interrumpen clases,
                guamos un proceso paralelo: que las violencias están   presentación pública de pruebas y evidencias, con-
                siendo identificadas articulando una inédita organi-  ferencias de prensa, creación de asambleas perma-
                zación estudiantil de mujeres. La reacción de las es-  nentes, toma de instalaciones universitarias, uso de
                tudiantes, un sector del profesorado y la academia   medios  de  comunicación  alternativos  como  blogs  y
                feminista ante la violencia sexual se está presentan-  redes sociales. 17





                16  https://reverso.mx/el-dia-que-ellas-rompieron-el-miedo-y-denunciaron-el-acoso-en-la-udeg/,  https://vocesfeministas.com/2017/06/07/denuncian-
                violacion-lutz-keferstein-profesor-universidad-queretaro-integrante-morena/ (revisado en junio de 2018).
                17   Ver referencias de notas al pie 9, 10, 11 y 12.



                                              Tequio, septiembre-diciembre 2019, vol. 3, no. 7
   6   7   8   9   10   11   12   13   14   15   16