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Discriminación hacia las mujeres/Curiel,Worthen & Hernández/3-12 9
nación, sino que no en todos los casos las víctimas do de una forma un poco más acelerada y también
o sobrevivientes están dispuestas a hablar, a organi- novedosa, que ha provocado la formación de organi-
zarse y a denunciar. El miedo a hacerlo y el silencio zaciones y colectivos cuyas prácticas y discursos se
son prácticas que permiten la reproducción impune formulan como problemas de investigación para la
del fenómeno. teoría feminista y los estudios de género (Barreto &
En la identificación y revisión de los casos repor- Flores Garrido, 2016; Barreto, 2017).
tados en prensa y en plataformas de colectivos fe- En años recientes, las estudiantes han manifesta-
ministas el modus operandi de la violencia contra las do su repudio a lo que ya reconocen como acoso sexual.
mujeres sigue un patrón más o menos homogéneo: el Denuncian la injusticia detrás de que algunos varones
varón acosa u hostiga; la(s) estudiante(s), profesora(s) hagan uso de sus privilegios para dañarlas y agredirlas.
o trabajadora(s) identifica la agresión, la nombra, re- Ese “continuum de violencia” que padece la población
conoce y señala ante las autoridades (coordinaciones femenina en este país permite conocer y nombrar las
de docencia o posgrado, direcciones de facultades, expresiones machistas que ponen en riesgo la integri-
escuelas e institutos, consejos académicos, directiva dad de las mujeres en las universidades. Observamos la
sindical o incluso hasta el departamento jurídico). Mu- visibilidad de un movimiento feminista estudiantil que
chas veces la respuesta institucional es una estrategia ya no tiene miedo de señalar a los agresores sexuales y
que minimiza el señalamiento, revictimiza a quien de- que está “desnormalizando” la relación de poder patriar-
nuncia e intenta desechar o deslegitimar la situación cal que caracteriza las interacciones en el ámbito uni-
encubriendo al agresor y en ocasiones incluso defen- versitario, subrayando lo incoherente y contradictorio
diéndolo abiertamente. que es formarse como profesionista en la desigualdad,
Todas las mujeres que se han atrevido a hacer pú- la discriminación y la violencia.
blicas sus denuncias afirman haber sido asediadas, in- Recientemente, en diferentes IES las maneras de ex-
timidadas o chantajeadas tanto por el agresor, como presar este repudio han sido mediante la denuncia pú-
por quienes se alían para defenderlo en nombre del blica como un llamado para buscar reconocimiento de la
prestigio de la institución. El problema se agrava situación que se vive, crear empatía entre mujeres, exigir
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cuando ni siquiera esto sucede, cuando las mujeres no una toma de posición contra los agresores, y en poner
logran reconocer en la “variante performativa de la es- la atención sobre ellos y no sobre la(s) sobreviviente(s).
cala del sexismo”, actitudes más imperceptibles –“por Gracias a las redes sociales y los medios de comunicación
ejemplo, las miradas, las insinuaciones, los roces”– digitales, los casos de violencia hacia las mujeres en IES
cuya reiteración cotidiana en las IES las califican como de México han tenido eco. Un día sí y otro también surgen
“normales” o “naturales”, es decir, “como las reglas del plataformas de colectivos de estudiantes universitarias
juego que rigen las interacciones sociales” (Mingo & que socializan y comparten casos para visibilizar y ubicar
Moreno, 2015, pp. 141-142). en el debate público esta penosa realidad.
En una búsqueda hemerográfica y en redes so-
ciales hallamos que de entre las prácticas recientes
Nuevas formas de organización de las resaltan “el escrache”, la puesta de tendederos de
universitarias frente a la discriminación donde se cuelgan carteles con denuncias a profe-
Si bien algunos de los estudios citados indican que sores, compañeros de clase o directivos, la difusión
una de las dificultades para acabar con las violencias del tipo de agresión y de la identidad del agresor en
hacia las mujeres en las IES es su no identificación afiches impresos y colocados en las instalaciones de
como expresión de discriminación, también atesti- las universidades, batucadas que interrumpen clases,
guamos un proceso paralelo: que las violencias están presentación pública de pruebas y evidencias, con-
siendo identificadas articulando una inédita organi- ferencias de prensa, creación de asambleas perma-
zación estudiantil de mujeres. La reacción de las es- nentes, toma de instalaciones universitarias, uso de
tudiantes, un sector del profesorado y la academia medios de comunicación alternativos como blogs y
feminista ante la violencia sexual se está presentan- redes sociales. 17
16 https://reverso.mx/el-dia-que-ellas-rompieron-el-miedo-y-denunciaron-el-acoso-en-la-udeg/, https://vocesfeministas.com/2017/06/07/denuncian-
violacion-lutz-keferstein-profesor-universidad-queretaro-integrante-morena/ (revisado en junio de 2018).
17 Ver referencias de notas al pie 9, 10, 11 y 12.
Tequio, septiembre-diciembre 2019, vol. 3, no. 7