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28 Los ecos de las violencias silenciadas/Magaña, Santana & Marín/27-37
Introducción una de las áreas [sexo, trabajo, autoridad colectiva
a violencia de género está presente en el y subjetividad/intersubjetividad, sus recursos y
acontecer diario; la realidad nos muestra que productos] de la existencia de tal manera que el
Ldonde vivan hombres y mujeres en conjunto, en significado y las formas de la dominación en cada
interacciones sociales enmarcadas en relaciones de área están totalmente imbuidos por la colonialidad
poder, habrá expresiones de violencia de género que del poder y la modernidad (Lugones, 2008, p. 78).
se conectan estrechamente con formas de control
social, abuso o silenciamiento (Valls, Oliver, Sánchez, Así es como se ha naturalizado una forma de pensar
Ruiz & Melgar, 2007). En las universidades, como en y vivir, y estructura la comprensión de las relaciones
cualquier otro espacio social, las personas interactúan de género, basada en la dicotomía hombre-mujer que
a partir de la propia construcción social de la realidad, define y marca las relaciones hacia dentro de la vida
y por lo regular está profundamente anclada en social en las universidades.
valores tradicionales derivados de una socialización La falta de equidad en los órganos de
diferencial de lo que es ser hombre y mujer: “la representación política y de toma de decisiones en
cultura institucional universitaria que comprende las las universidades públicas es uno de los principales
costumbres, las rutinas y las inercias, reproduce y obstáculos para el avance en materia de igualdad
refleja la vigencia de valores, expectativas y creencias de género y es un aspecto que legitima valores a
ligadas a la vida social de los grupos” (Flores y Espejel, través del currículum oculto (Flores y Espejel, 2015),
2015, p. 129). al reproducir esquemas tradicionales de dominio a
En esencia, los valores que se inculcan en torno partir de prácticas cotidianas y discursos académicos
al ejercicio de ser mujer y ser varón se vinculan a la y no académicos que no tendrían por qué estar
dominación patriarcal y a la reproducción de asimetrías estructurados por el patriarcado y la heterosexualidad.
y desigualdades en detrimento de las mujeres. A El asunto llama la atención debido a la presencia tan
esto se le aúna la sobrerrepresentación masculina importante del estudiantado femenino y también
en puestos directivos y de toma de decisiones en las de las mujeres que trabajan en distintas áreas:
universidades, y que en términos de representación profesoras, técnicas, administrativas, mantenimiento,
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social lo que genera es que se refuerce y naturalice la que ha caracterizado a la universidad del siglo XXI.
ejecución del poder a partir de los varones (Saracostti, A pesar de que las agencias internacionales más
2018). Lo anterior tiene que ver con las propuestas de relevantes llevan décadas haciendo recomendaciones
Quijano (2000, recuperado por Lugones, 2008) en su sobre políticas públicas con enfoque de género,
reflexión sobre la colonialidad y el género: éstas aún no permean la vida de las universidades
públicas en México. Este enfoque de género muchas
El poder capitalista, eurocentrado y global está veces mantiene en sus fundamentos lo que Lugones
organizado distintivamente, alrededor de dos ejes: cuestiona como peculiaridades: el dimorfismo biológico,
la colonialidad del poder y de la modernidad. Los la dicotomía hombre/mujer, el heterosexualismo y el
ejes ordenan las disputas por el control de cada patriarcado que “están inscriptos con mayúsculas, y
4 De una revisión por internet de 50 universidades autónomas y públicas del país se identificaron que sólo en tres de ellas (Campeche, Querétaro y
Veracruz) el puesto de rectoría lo ocupa una mujer. La búsqueda de información para consultar esta información se hizo de manera manual a partir de la
página web de cada institución, en octubre 2018 y se actualizó en mayo 2019, ya que aún no se encuentran bases de datos oficiales que muestren la
cantidad o porcentajes de representación de mujeres en puestos directivos. Esta falta de fuentes nos da muestra que el género sigue siendo un aspecto
poco considerado para ser representado “estadísticamente”.
Tequio, septiembre-diciembre 2019, vol. 3, no. 7