Page 41 - Ra rió guendaruyubi 11
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enero - abril  -  2021  /  4(11)
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                                             Sumado  a  lo  anterior,  continuamente  se  ha  mencionado  que  un
                                          propósito primordial y vigente en la educación es innovar los procesos
                                          de enseñanza y aprendizaje, renovar y reinventar permanentemente las
                                          prácticas, acciones, hábitos y aprendizajes que se promueven a lo largo
                                          de la vida de las personas. Esta aspiración se ha mantenido en la agenda
                                          de pendientes a considerar por las autoridades educativas, dado que
                                          aún resultan necesarios apoyos significativos al sector educativo que
                                          permitan  enfrentar  contingencias  como  la  que  vivimos  actualmente
                                          de  forma  más  preparada  y  con  mejores  herramientas,  afectando  lo
                                          menos posible la formación de millones de estudiantes; no obstante,
                                          en nuestro país existe un número considerable de escuelas sin áreas de
                                          computación, sin infraestructura, equipamiento, ni personal asignado
                                          para realizar dinámicas educativas en modalidades no convencionales.
                                          La educación a distancia es aún una ilusión en México.


                                             Tal parece que la situación ante la que nos colocó la pandemia a
                                          partir de marzo de 2020, como bien se ha dicho en diferentes foros,
                                          conversatorios,  paneles  y  eventos  académicos  realizados  desde
                                          entonces,  agudizó  aún  más  la  fragilidad  del  sistema  educativo
                                          mexicano. No es que con la declaratoria de pandemia por parte de las
                                          autoridades  sanitarias  a  nivel  nacional  las  estructuras  educativas  se
                                          hayan  fracturado;  desde  tiempo  atrás,  la  educación  en  nuestro  país
                                          se encuentra en un estado doliente, la crisis es su condición natural y
                                          normal. La pandemia generada por el COVID-19 sólo vino a canalizar la
                                          educación directamente al área de cuidados intensivos de las clínicas
                                          sociales.

                                             En  este  escenario,  la  educación  brindada  en  todos  los  tipos  y
                                          niveles  experimentó  un  notable  y  nuevo  cambio  de  rumbo,  pues
                                          para  evitar  la  propagación  de  los  contagios  se  decidió
                                          suspender  las  clases  presenciales,  tomando  diversas  alternativas
                                          para  impartirlas  en  otras  modalidades: a distancia, virtual, en línea o
                                          por medio de los programas televisivos “Aprende en casa”, esta última
                                          estrategia  fue  definida  por  las  autoridades  educativas  nacionales  e
                                          implementada para iniciar el ciclo escolar 2020-2021, principalmente
                                          en la educación básica.
                                                                                                La pantalla que nos separa:
                                                                              docentes y estudiantes en tiempos de pandemia,
                                                                                        conectados/as y desconectados/as
                                                                                                 Díaz-Ortiz & López-de Jesús
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