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40 Diversidad cultural y estilos cognitivos / Laura Bensasson / 39-43
El habla y la mente (como la interpretación del discurso y el lenguaje
ucho se ha hablado de la importancia que figurativo y humorístico) parecen estar mediadas
en la educación escolarizada debería tener por el derecho (Berko y Bernstein, 1999).
Mla conservación del idioma que se aprende Lo anterior entraña importantes cuestionamientos
en el hogar, pues una lengua no es sólo un medio respecto de la educación, por el énfasis en la adquisición
de comunicación, sino que impacta en las funciones de la habilidad verbal y del pensamiento analítico, a
mentales relacionadas con el conocimiento. expensas de las capacidades no verbales. Cada mitad
La percepción del habla requiere de diferentes del cerebro es capaz de percibir, aprender, recordar y
procesos que enlazan audición y pensamiento para la sentir independientemente de la otra, pero existen
codificación de las señales sonoras. La comprensión de diferencias en el modo en que cada una procesa la
estas señales incluye la información léxica, sintáctica información entrante (Springer y Deutsch, 1994, p. 20).
y contextual necesarias para interpretar su significado, Aunque físicamente simétricos, se sabe ahora que
pues además de las palabras concretas –que definen los hemisferios cerebrales no asimilan la información
objetos y son más fáciles de reconocer y aprender– de la misma manera, sino que se reparten tareas: el
y las abstractas –que expresan ideas o conceptos–, izquierdo (HI) se encarga de los procesos analíticos,
existen las “funcionales” (adverbios, conjunciones, el procesamiento secuencial de la información y la
etcétera), que no poseen ningún significado semántico. producción y comprensión del lenguaje; el derecho
La psicolingüística trata justamente de descubrir los (HD) se interesa por las imágenes, las sensaciones,
procesos psicológicos que llevan a la comprensión, las emociones, las informaciones espaciales y el
producción y adquisición del lenguaje hablado y procesamiento simultáneo de la información. Se ha
escrito (Berko y Bernstein, 1999). hablado incluso de una dominancia genética de uno de
En el siglo XIX Paul Broca y Karl Wernicke los dos hemisferios; ¿podría hablarse también de una
estudiaron los efectos de las lesiones cerebrales dominancia cultural?
en el procesamiento y la comprensión del lenguaje, Existen, naturalmente, estructuras y mecanismos
descubriendo la existencia de asimetrías entre los dos unificadores que permiten armonizar los hemisferios,
hemisferios. Parecía entonces que el lenguaje estaba integrando las formas verbales y espaciales del
localizado en el izquierdo y en estrecha combinación pensamiento, pero la transferencia de datos de uno a
con el uso de la mano diestra, pues los hemisferios otro puede ser inhibida por un conflicto intrapsíquico –
procesan los estímulos auditivos en función de como en los “dobles mensajes”– y quizá en el bilingüismo
su naturaleza: si se trata de acordes musicales y conflictivo, como en el caso de los hablantes de lenguas
melodías, el que actúa es el derecho; pero los sonidos socialmente estigmatizadas.
relacionados con el lenguaje (los fonemas) llegan al Es a partir de los estudios sobre la lateralización que
izquierdo. Sin embargo, ambos se activan durante el se ha sugerido la existencia de dos estilos cognitivos
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proceso lingüístico, lo cual nos lleva a pensar que éste relacionados con los dos hemisferios y con las distintas
no se limita al hemisferio dominante; los dos concurren formas de inteligencia postuladas por J. P. Guilford a
y parecen complementarse para los distintos aspectos mediados del siglo XX: el “cerebro izquierdo” corresponde
del lenguaje, pues aun cuando éste suele localizarse al pensamiento convergente, fundamentalmente lógico,
en el hemisferio izquierdo, algunas habilidades verbal, analítico, temporal y deductivo, pero limitado
Para Jakobson (1988), el hecho de que el oído derecho reciba mejor los componentes del habla mientras que el izquierdo domina los sonidos no
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verbales –ya sean notas musicales o ruidos–, muestra que los sonidos del habla constituyen una categoría particular ante la cual el cerebro reacciona
de manera específica. Esta peculiaridad consiste en que tales sonidos funcionan como “acarreadores de significado”.
Tequio, vol. 1, no. 1, septiembre-diciembre, 2017