Page 14 - Ra rió guendaruyubi 6
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mayo - agosto - 2019   /  2(6)
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            Existe una aparente contradicción
            entre afirmar que cada estudiante
            posee características cognitivas y

            afectivas que favorecen las aptitudes

            para el aprendizaje y que la escuela
            no promueve por igual todas las
            formas de acceder y organizar el

            conocimiento





            procesos de enseñanza y aprendizaje no importa demasiado el contexto,
            no se incluye una perspectiva social de lo que se aprende en los salones
            de  clase,  como si  nuestras  capacidades  para  aprender estuvieran
            completamente aisladas de nuestra historia de vida, de nuestro nivel
            socioeconómico. En consecuencia, se nos hace creer que somos los/
            las únicos/as responsables de nuestros éxitos o fracasos escolares.


               Frecuentemente, la palabra aprendizaje tiene más connotaciones
            psicológicas que sociales, esto se debe justamente a la separación del/
            la estudiante con la sociedad, del mundo interno y el externo. Pensamos
            en el aprendizaje sólo como las predisposiciones genéticas, afectivas y
            cognitivas, pero los condicionamientos externos están presentes, como
            los aspectos sociales y económicos que posibilitan el triunfo o fracaso
            escolar. Sin embargo, la escuela sigue promoviendo determinados
            estilos de aprendizaje, toda vez que al definir algunas pedagogías
            como válidas o vigentes se normalizan ciertas características y
            valores referentes al tipo de sujeto a formar (Popkewitz, 2006). Éste
            en la actualidad será un individuo moderno, un/a estudiante racional,
            autónomo/a e independiente que niega o desconoce su entorno social
            y es individualista (Da Silva, 1997), lo que impide que se generen
            espacios para la participación, el debate y la toma de decisiones que
            faciliten el trabajo colaborativo y los aprendizajes colectivos, no nada
            más escolares, sino para la vida misma.


            Para reflexionar…
            Existe  una aparente  contradicción  entre  afirmar  que  cada  estudiante
            posee características cognitivas y afectivas que favorecen las aptitudes
            para el aprendizaje y que la escuela no promueve por igual todas las
            formas de acceder y organizar el conocimiento. No obstante, en realidad


            Los estilos de
            aprendizaje,
            ¿una clasificación
            individual o social?
            Silva-Carmona
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