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mayo-agosto  -  2020  /  3(9)
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                                          está involucrada en el ciclo de vida, en el ensamble, la morfogénesis*
                                          y en la patogénesis del virus (Boopathi, Poma & Kolandaivel, 2020)
                                          (Figura 1).

                                          Proteína de membrana (M)
                                          La proteína de membrana (M) tiene  carbohidratos* unidos que
                                          forman parte de las principales proteínas estructurales del SARS-
                                          CoV-2 y de la familia CoV (Mousavizadeh & Ghasemi, 2020). Se
                                          clasifica  como la proteína  estructural  más abundante  del  virus,
                                          posee tres regiones que cruzan la membrana y abarca tres veces
                                          la bicapa de la membrana lipídica, mostrando un dominio terminal
                                          largo en la parte interna del virus y un dominio terminal corto en el
                                          exterior del mismo (Astuti & Ysrafil, 2020; Mousavizadeh & Ghasemi,
                                          2020). Además, es la encargada de otorgarle la forma a la envoltura
                                          del virus, gracias a su interacción homotípica (proteína M-proteína
                                          M), aunque se ha concluido que estas interacciones por sí solas no
                                          son suficientes para formar la estructura viral, siendo necesario su
                                          interacción con otras proteínas estructurales como E, S y N; es por
                                          esto que la proteína M se considera como la organizadora primordial
                                          del ensamblaje estructural del CoV, gracias a que puede interactuar
                                          con las demás proteínas estructurales (Astuti & Ysrafil, 2020;
                                          Mousavizadeh & Ghasemi, 2020).


                                             Asimismo, fomenta la finalización del ensamblaje viral al interactuar
                                          con las proteínas estructurales N, apoyando a estabilizar el complejo
                                          proteína N-ARN (nucleocápside) (Astuti & Ysrafil, 2020; Schoeman &
                                          Fielding, 2019); al interactuar la proteína M y la proteína E se forma la
                                          envoltura del virus, además este proceso es suficiente para promover
                                          la producción y liberación de partículas similares al virus (VLP)
                                          (Schoeman  & Fielding,  2019).  La interacción entre la proteína M  y
                                          la proteína S resulta imprescindible para la retención de la proteína
                                          S en el compartimento intermedio del retículo endoplásmico-Golgi
                                          (ERGIC), para su posterior integración a las nuevas estructuras virales
                                          (Schoeman & Fielding, 2019) (Figura 4).



                                                                                               Estructura del Coronavirus 2
                                                                                              del Síndrome Respiratorio
                                                                                                       Agudo Grave
                                                                                            Ramírez, Velázquez, Santos & Baltiérrez
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