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80 Fibrogénesis hepática /Ildefonso et al./79-84
Introducción proceso durante el cual las células se desdiferencian,
l hígado es considerado el segundo órgano más presentando cambios en su fenotipo (De Oliveira,
importante para el ser humano, después del Ramos y Morales, 2017). La diferenciación se asemeja
Ecerebro. Su relevancia radica en que lleva a cabo a los miofibroblastos, cuando éstos presentan una
funciones vitales de biotransformación, tales como mayor contractilidad e incrementan la síntesis de
la síntesis de proteínas, aminoácidos, carbohidratos, proteínas de MEC hasta ocho veces con respecto a un
ácidos biliares, colesterol, lípidos, algunas vitaminas hígado sano. Es por ello que se han considerado como
de reserva y la desintoxicación contra xenobióticos las principales productoras de colágena tipo I y III, así
(Malarkey, Johnson, Ryan, Boorman y Maronpot, 2005). como de fibronectina y de proteoglicanos, modificando
Este órgano presenta una estructura morfológica y las propiedades de la MEC, lo cual favorece la inducción
fisiológica muy heterogénea, en la que el lóbulo hepático de la fibrosis (Wells, 2008).
está formado por células parenquimatosas (hepatocitos), Por otro lado, además de modificar las propiedades
las cuales constituyen 80% del volumen total del hígado de la MEC, las células estelares activadas son capaces de
y realizan la mayoría de las funciones. Por otro lado, proliferar. Se sabe que las CEH responden a factores
las células no parenquimatosas hepáticas contribuyen de crecimiento, como el de crecimiento transformante
sólo con 6.5% del volumen total; el 13.5% restante beta (FCT-β) y el de crecimiento derivado de plaquetas
está conformado por otros tipos celulares, entre los que (FCDP) (Borkham, Roeyen y Ostendorf, 2007).
encontramos células dendríticas y células de Kupffer. En el proceso de activación de las CEH se han
Estructuralmente, puede decirse que 40% de todos reportado dos fases: la primera es la iniciación, en
los tipos celulares se localizan en el compartimiento la cual ocurren los cambios en la expresión génica
sinusoidal, en el cual ubicamos a las células estelares y de fenotipo; y la segunda es la perpetuación, en
hepáticas que se reconocen como las principales la que las células presentan la mayor parte de las
mediadoras de la enfermedad crónica progresiva transformaciones, como proliferación, quimiotaxis,
(Hernández, 2004; Weiskirchen y Tacke, 2014). fibrogénesis, contractibilidad, así como la pérdida de
retinoides (Hernández y Friedman, 2011).
Células estelares hepáticas Según el agente agresor y el tiempo al cual el
Las células estelares hepáticas (CEH) se han descrito hígado se encuentre expuesto, será la magnitud de la
anteriormente como células de Ito, lipocitos o células respuesta de las células estelares. En el caso de un
perisinusoidales; son de origen mesenquimal y se daño agudo, dichas células se activan, proliferan y
localizan en el espacio de Disse, en el órgano sano tienden a migrar; se induce la producción de proteínas
se encuentra en estado quiescente (Friedman, de MEC y se lleva a cabo la fibrólisis. Esta activación es
2004). Su principal función es remodelar la dependiente de algunas proteinasas, lo que da como
matriz extracelular (MEC), además de mantener resultado la reparación de la afectación en el tejido. En
la homeostasis de los retinoides en el citoplasma, este caso, se piensa que cuando las células estelares
reteniendo 80% del total de retinoides en el cuerpo activadas terminan su función, mueren por apoptosis
(Senoo, 2004). Todas estas peculiaridades se han (De Minicis Candelaresi, Agostinelli, Taffetani,
relacionado de manera importante con el desarrollo de Saccomanno, Rychlicki, Trozzi, Marzioni, Benedetti y
la fibrosis hepática (Friedman, 2008). Svegliati-Baroni, 2012). Sin embargo, esto no ocurre
Las CEH se encuentran en estado quiescente, cuando el daño es crónico, es decir, cuando el agente
no obstante, son capaces de activarse en respuesta agresor se mantiene o las agresiones son constantes.
a diferentes estímulos agresores o xenobióticos, En esta circunstancia, las células estelares también se
Tequio, vol. 1, no. 2, enero-abril, 2018