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6 Conductas sexuales de riesgo/Gutiérrez y Terán /5-13

Introducción evita el contacto de áreas genitales y secreciones entre
e acuerdo con Magaly Ortunio Calabres la pareja, siempre y cuando se siga la técnica correcta al
(2009), aproximadamente 630 millones de momento de utilizarlo.
Dpersonas están contagiadas con el Virus del La promiscuidad sexual del varón también constituye
Papiloma Humano (VPH) en todo el mundo. Dicha un factor de riesgo, dado que en sus múltiples contactos
infección es una de las enfermedades de transmisión sexuales se contamina con el VPH, el cual transmite
sexual más frecuentes. Según los resultados de una después a su pareja. Es difícil estimar la incidencia de
encuesta realizada en Estados Unidos por Battelle la infección por el virus en varones, ya que no se han
Centers for Public Health Research and Evaluation, hecho estudios a gran escala.
aproximadamente 20 millones de estadounidenses En la adolescencia, aunque con capacidad biológica
se encuentran infectados con VPH y al menos 50% de para procrear, el joven no se encuentra maduro psíquica,
hombres y mujeres sexualmente activos adquirirán social ni emocionalmente para enfrentar el proceso de
contagio genital por VPH en algún momento de sus reproducción, lo que provoca que muchos inicien una
vidas. actividad sexual precoz, basada fundamentalmente
Gallegos, Villarruel y Loveland-Cherry (2008) en relaciones pasajeras, carentes de amor, donde el
señalan que una porción importante de adolescentes continuo cambio de pareja es habitual, lo cual convierte
mexicanos practica relaciones sexuales exponiéndose a las conductas sexuales de los adolescentes en riesgosas,
infecciones de transmisión sexual (ITS) y embarazos no que lo pueden llevar tanto a un embarazo no deseado,
planeados. Investigaciones recientes muestran el inicio como a padecer una enfermedad de transmisión sexual
de relaciones sexuales en edades tempranas. Castillo, (Macías y Molina, 2012).
Benavides y López (2012) plantean que alrededor de El objetivo de este estudio es conocer las conductas
una tercera parte de jóvenes entre 15 y 19 años han sexuales de riesgo a través de las cuales se puede
tenido relaciones sexuales alguna vez en su vida; 19% contraer la infección por el Virus del Papiloma Humano
de mujeres tuvieron su primera relación antes de los 12 y otras enfermedades de transmisión sexual en
años, mientras que 99% de los hombres entre los 12 y varones, con la finalidad de analizar y rediseñar los
14 años. Considerando estos hechos, las autoridades de programas encaminados a favorecer la salud sexual del
salud de México tienen como prioridad prevenir conductas adolescente y el adulto joven.
sexuales de riesgo en poblaciones vulnerables.
Castellsagué, Bosch, Muñoz, et al. (2002) sostienen Material y métodos
que los factores de riesgo para adquirir el VPH son edad El diseño es observacional, transversal y prospectivo.
temprana en el primer coito, alto número de compañeros Se efectuó de enero a marzo de 2012, en el Centro de
sexuales y/o aquellos asociados a su pareja sexual Salud de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
(pareja con conducta de alto riesgo, incluyendo una Se estudió un universo de 77 varones con vida sexual
elevada cifra de compañeros sexuales y frecuentes activa, quienes acudieron a realizar trámites de ingreso
contactos con quienes ejercen la prostitución). a la referida casa de estudios en el periodo mencionado.
Hernández, Padilla y Quintero (2012) refieren que la Se utilizó un tipo de muestreo no probabilístico por
circuncisión y una higiene adecuada pueden reducir el cuota. Se aplicó un cuestionario autoadministrado
riesgo de transmisión de enfermedades, ya que impide con cuatro apartados: inicio de relaciones sexuales,
la proliferación de bacterias y virus en la zona del glande; enfermedades de transmisión sexual, aplicación de
el uso del preservativo también reduce el riesgo, pues medidas preventivas y número de parejas sexuales. 3

3 Los resultados del cuestionario son la fuente de las figuras y tablas que acompañan al presente artículo.

Tequio, vol. 1, no. 4, septiembre-diciembre, 2018